Ahí estaba yo en la sala de espera del traumatólogo, en medio de una de esas ceremonias importantes que marcan para siempre: ponerme el zapato izquierdo. Ni siquiera quité los restos de yeso que me quedaban en el pie; me puse un calcetín encima. Metí la mano en la bolsa ... ¡que bonito era mi zapato! ... Empecé a sentir cómo algo firme y a la vez flexible arropaba mi pie. Por un instante ... me sentí Cenicienta.Y... yo que andaba hacía tiempo buscando el principio de un nuevo cuento en mi vida...

domingo, 9 de mayo de 2010

Soñar...

El viernes, al despertarme, recordaba todavía algo que había soñado. Hacía un montón de tiempo que no recordaba un sueño. Y no sé si esto es bueno o malo. Hay quien dice que si recuerdas lo que has soñado es que tu sueño no ha sido lo suficientemente profundo; otros, ven en los sueños una puerta al inconsciente que no hay por qué cerrar; algunos viven una vida mejor cuando sueñan; se cuenta que se han solucionado problemas matemáticos mientras se soñaba; incluso, existen técnicas para, de alguna manera, programarlos. Y... ¿quién puede decir que nunca ha sucumbido a la tentación de hojear uno de esos libros de interpretación de los sueños?

Para mí, son algo misterioso, pertenecen al mundo de lo mágico y, tratar de hallar una explicación racional... sería ir contra su naturaleza. A veces los escucho y extraigo el mensaje que llevan; otras, simplemente, disfruto de ellos y me dejo llevar. E incluso, durante los ultimos años,  no especialmente buenos para mí,  han sido más de una vez una válvula de escape: cuando el día es una pesadilla, es bueno que, al menos la noche, sea un sueño.

Hay veces en las cuales una angustia tuya te persigue hasta la puerta de tu sueño y ...¡logra colarse dentro!  Y... por la mañana te despiertas rara.  El viernes amanecí con esa sensación tan... agria. Tuve un sueño corto y muy visual, como un anuncio. Tenía unos zapatos negros en la mano. No eran ni bonitos ni feos, eran... anodinos. Sólo tengo un recuerdo perfecto, fotográfico ... del tacón... alto, bastante alto, aunque no era de aguja. Iba a ponérmelos y ... lo lograba. Un segundo y ... tenía que quitármelos... no podía llevarlos. No sé lo que diría Freud acerca de soñar con tacones... pero... seguro que algo no muy acertado: al fin y al cabo, esa misma  mañana, él no tenía que pasar por el trago de ir al traumatólogo.

El viernes tenía revisión.  Llevo ya tres meses y medio... y... desde que me quitaron el yeso, voy a cada visita con una mezcla de ganas recibir buenas noticias y de miedo a que no me las den. Quiero que me quiten al menos una de las muletas; pero, ha habido complicaciones... y... no hay manera. Tengo muchas veces un temor paseando por mi cabeza... ¿y si no llego a quedarme bien del todo?... cada vez que duele todavía, con cada dificultad... Y... entonces, me imagino a mí misma al final del proceso, curada, llevando zapatos de tacón. Hoy, domingo, puedo decir que, ironías de la vida, mi sueño se ha cumplido (¡lástima que se sea el sueño malo, en el que no podía usar los zapatos negros de tacón!)... todavía no puedo llevar tacones... en su lugar... llevo todavía las dos muletas. No hubo buenas noticias... sino malas...

Ante esto... ¡no me rindo! Ahora mismo, mientras escribo, me imagino con zapatos de tacón, pero no negros. Sigo el tratamiento con la misma ilusión que lo seguía al principio, cuando las noticias no eran tan malas. Supongo que necesito un pequeño milagro... así que... tendré que emplear un método de eficacia más que probada, la filosofía de un gran "consigue-milagros": de Vicente Ferrer... no hay que esperar el milagro, hay que salir a buscarlo. Voy a buscar tan bien... que... seguro que lo encuentro.




4 comentarios:

  1. Me ha encantado!! ¿Sabes que en facebook cuento con un grupo que se llama "El Bar de los Sueños"? Te dejo el link por si te quieres pasar...

    http://www.facebook.com/pages/El-Bar-de-los-Suenos/49126883439?ref=ts

    Estaría muy bien que compartieras allí lo que has escrito. ¿Te apetece?

    Un abrazo!

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  2. Hola, Verónica. Muchas gracias, es realmente agradable leer un "me ha encantado". Me he pasado por el link y a mí también me ha gustado mucho. Lo que pasa es que... soy de las pocas personas del mundo que todavía no tienen un perfil en facebook. Aunque... ¡hace cuatro meses nadie iba a decirme a mí que iba a tener un blog!!!!

    Otro abrazo,
    María

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  3. La verdad, es que este "post" está muy logrado, y como siempre el dibujo muy acertado.

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  4. ¡Muchas gracias, Pseudosocióloga!!!

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