Ahí estaba yo en la sala de espera del traumatólogo, en medio de una de esas ceremonias importantes que marcan para siempre: ponerme el zapato izquierdo. Ni siquiera quité los restos de yeso que me quedaban en el pie; me puse un calcetín encima. Metí la mano en la bolsa ... ¡que bonito era mi zapato! ... Empecé a sentir cómo algo firme y a la vez flexible arropaba mi pie. Por un instante ... me sentí Cenicienta.Y... yo que andaba hacía tiempo buscando el principio de un nuevo cuento en mi vida...

lunes, 19 de diciembre de 2011

Navidad I. Rodolfo el reno de la nariz roja.


El día que Miss Señorita entró en clase con una grabación casera de la canción de "Rodolfo el reno de la nariz roja" metió en mi vida uno de esos grandes misterios que me marcaron y que, de hecho, todavía no he logrado desvelar del todo.

-Vamos a aprender la canción de Rodolfo, que era uno de los renos de Santa Claus. Mientras os escribo la letra en la pizarra, vais a escucharla una vez. Luego, os la traduciré y os la leeré y, después podéis cantarla.



La verdad es que era una de esas historias bonitas. Al pobre Rodolfo los demás renos lo marginaban porque era diferente; resulta que tenía la nariz roja, brillante. Era la misma historia de siempre, le insultaban, no le dejaban jugar... Hasta que, una Nochebuena, aparece Santa Claus y ...¡le pide que sea uno de sus renos! ¡Uau!!! Vamos, que lo que antes le amargaba la vida, la nariz roja, ahora lo convierte en una estrella. Y, casualmente, los demás renos ya no lo miran precisamente mal.  


Primera parte del misterio: la letra de la canción. Era muy difícil de pronunciar; pero nosotros, alumnos listos y con recursos, a la primera logramos cantarla de un tirón y sin tartamudeos. Nos salía bastante bien; claro que teníamos acento pero... eso, con el tiempo y la práctica... De hecho, la primera palabra, "Rudolph" la decíamos casi tan bien como en la grabación. La cantamos dos o tres veces más y, en algunos trozos, nuestra versión mejoraba bastante la original. Llegamos incluso, desde el principio, a corregir un error bien grande: el "red nosed" ese que estaba confundido, que lo correcto era "renos". 


A pesar de que cantábamos sin saber la letra no debimos de hacerlo tan mal, porque Miss Señorita,  tras escucharnos la primera vez, nos dijo con su mejor sonrisa:


- Bueno, ahora podéis cantarla en casa...

Bogdanov, Junto a la puerta de la escuela




A mí eso me hizo mucha ilusión. Iba a cantar en inglés, pero en plan bien, con letra. Y eso que, desde los seis años yo cantaba ese estribillo de "A la viú, vei vei vei". Pero lo de Rodolfo era mucho mejor, porque me sabía mucho más trozo y encima, había escuchado la versión original; que la otra me la enseñó un chico mayor con el que solía coincidir en la parada del autobús a la vuelta del colegio; él iba siempre con su abuela y yo con mi padre. 

- ... excepto los que tengáis alguien que sepa inglés. A ver,  Pedro, no la cantes, que a  tu hermano le dí clase yo.  Y, Pilar, tampoco, que tu hermana también fue alumna mía. José Antonio, ¡nada de cantar delante de tu hermana!


Segunda parte del misterio: ¿por qué no podíamos cantarla delante de nadie que supiese inglés?. ¡Con lo bonita que era y lo bien que nos quedaba! Menos mal que yo no tenía este problema. En la época de mis padres no se daba inglés en el colegio, sino francés y... mi hermano...¡era el pequeño! Aunque, lo sentía mucho por José Antonio, que se sentaba detrás de mí y por Pilar, que era mi amiga y por Pedro y...


Tercera parte del misterio: con lo bien que nos salía la parte musical, que nunca nos llevasen a cantar en público. Cantábamos fuerte y claro y con mucho entusiasmo. Como en los discos de villancicos. Pero mejor todavía. Y Pedro...¡era muy bueno! en las dos últimas palabras se daba un arranque así, como de ópera, que ¡ríete tú de la Scala de Milán! El "in history" era sólo para él, los demás nos callábamos, por no estropear el momentazo.


Con los años... me dí cuenta de la verdad. Una verdad muy dura, para qué pasar un mal trago hablando otra vez de ello. Yo hubiese preferido seguir viviendo en la feliz ignorancia de que nuestra interpretación, tanto literaria como musical, de "Rodolfo" era demasiado avanzada para el siglo XX.  



Cuarta parte del misterio: "Rodolfo" visto con ojos adultos. La gran pregunta: ¿cómo es que "Rodolfo el reno de la nariz roja" no acabó con la vocación docente de Miss Señorita? Es curioso, porque no sólo era capaz de enseñarlo en seis clases distintas; sino que, encima, lo hizo durante varios años. 


Y... lo más incomprensible...años después, todavía, cuando se encuentra en la calle con alguno de nosotros... ¡se alegra!!!! 


...



Miss Señorita nunca consiguió que yo cantase siquiera un poco bien  "Rudolph the red nosed reindeer"; de hecho, se jubiló sin haber logrado que uno solo de sus alumnos lo hiciera.  Pero no lo hizo del todo mal, porque, unos cuantos años después de Rodolfo, todavía sigo teniendo curiosidad por buscar en el diccionario una palabra que no entiendo.  

martes, 6 de diciembre de 2011

Tres tópicos.


Piotr Konchalovsky, Corrida de toros.


Hoy tengo un día esquemático, de los de "a,b,c y d". Estoy en plan "punto uno, punto dos y punto tres". Vamos que el post de hoy es como una especie de hoja de apuntes de no sé qué asignatura, pero, eso sí, con enlaces, cuadro y ... foto.
...
Tres tópicos populares sobre los espías y su base real (¡o su falta de ella!)

1) Los servicios secretos sólo utilizan sus "métodos alternativos" para proteger a su país. Sólo se les "va un poco la mano" con los otros, con el enemigo. Excepcionalmente "se ocupan" de algún nacional de su Estado, pero sólo en caso de que éste perjudique la seguridad nacional (que sea un terrorista, que espíe para otros...). 


En realidad también "se ocupan":


2) Los espías son superhombres tipo James Bond. Con sólo una mirada pueden alterarte tanto las hormonas ...


Éste es un espía real:



Alberto Sáiz, Ex Director del CNI.
¿Alguna hormona alterada tras ver la foto????



3) Los espías de los tebeos son una simple caricatura.


La realidad supera, en este caso, a los tebeos:

...
Al final, me ha acabado saliendo post tipo novela para leer en la playa. Con espías, asuntos turbios de Embajadas, un cuadro valioso, la foto de un James Bond real, Telón de Acero y ... el colmo del delirio: Mortadelo y Filemón. Definitivamente, tengo un día atípico.