Ahí estaba yo en la sala de espera del traumatólogo, en medio de una de esas ceremonias importantes que marcan para siempre: ponerme el zapato izquierdo. Ni siquiera quité los restos de yeso que me quedaban en el pie; me puse un calcetín encima. Metí la mano en la bolsa ... ¡que bonito era mi zapato! ... Empecé a sentir cómo algo firme y a la vez flexible arropaba mi pie. Por un instante ... me sentí Cenicienta.Y... yo que andaba hacía tiempo buscando el principio de un nuevo cuento en mi vida...

jueves, 29 de abril de 2010

Quién me manda a mí meterme en esto.

Si me dicen hace unos meses que iba a estar yo ahora escribiendo en público... Pero, es que, de la noche a la mañana, me he visto arrojada al pozo sin fondo de la vida ociosa y desocupada. No es que, de repente, un millonario de un país exótico haya entrado en mi vida y se haya puesto a hacer mejoras; ni siquiera un millonario de los de aquí, de esos más de andar por casa. No, no voy a salir en el "Hola" (y, que conste, que no será por ganas); aunque, tal vez, podía haber tenido mi pequeño momento de gloria en la crónica de sucesos. 

Llevo más de tres meses recuperándome de un atropello (¡de los de tráfico! Los de otro tipo... quizá para otra entrada). Empecé ordenando fotos; seguí con la manta de ganchillo; me dediqué con frenesí a limpiar mi bandeja de correo electrónico; he devorado libros y no he dejado ni las migas...y, si no caí en hacer una colcha a punto de cruz (como ha hecho otra persona que ha estado en circunstancias similares), fue porque el punto de cruz me aburre soberanamente.

Llegó un momento en el que yo misma empecé a darme cuenta de que las cosas no iban bien. Mi hito en el camino, mi punto de inflexión fue... el foro de fractura de maléolo (antes del atropello desconocía que tenía dos de éstos). Yo nunca había entrado en un foro; y, la verdad, es que lo hice por pura casualidad (eso dice todo el mundo). Iba leyendo todas las historias, y no es que fueran especialmente alentadoras; luego me dí cuenta de que las personas que se reponen rápido y bien no se preocupan de contarlo por los foros. Estuve incluso a punto de contar mi experiencia; que, por aquel entonces, no era mucha. Para comprender esto hay que ponerse en situación, lo de "unidos por la fractura" es toda una experiencia emocional. Pero... fui fuerte y no caí. Cerré la página por las bravas, sin siquiera guardar la dirección en "favoritos".

Soy consciente de que una empieza en el foro de fractura de maléolo y acaba en cosas peores (creando en facebook un grupo que se llame  "A mí tampoco me había cerrado la fractura cuando me quitaron el yeso"). Por eso he empezado este blog; como mal menor.

Y ahora...una gran pregunta. ¿qué me lleva a pensar que alguien va a leer esto?????. La respuesta... ¡dentro de unos días!