Ahí estaba yo en la sala de espera del traumatólogo, en medio de una de esas ceremonias importantes que marcan para siempre: ponerme el zapato izquierdo. Ni siquiera quité los restos de yeso que me quedaban en el pie; me puse un calcetín encima. Metí la mano en la bolsa ... ¡que bonito era mi zapato! ... Empecé a sentir cómo algo firme y a la vez flexible arropaba mi pie. Por un instante ... me sentí Cenicienta.Y... yo que andaba hacía tiempo buscando el principio de un nuevo cuento en mi vida...

viernes, 4 de junio de 2010

Sense and sensibility.

Hay personas que son cabales, otras sensibles, otras tienen las dos cualidades juntas (¡una suerte!). Y mi jefe... no sabría yo muy bien decir si es un desastre que no tiene ni sense ni sensibility o si es un genio del disimulo y, en una actuación digna de un Oscar, mantiene sus talentos ocultos al mundo.

M., una ciudad a cuatro mil kilómetros; Herr Boss, mi jefe, y yo misma, María, la secretaria. Los últimos días en el trabajo habían sido especialmente intensos y me había tocado salir tarde para sacar todo. El día D parecía que iba a ser un buen día: a la hora de la comida, mi jefe se fue al gimnasio (como hace habitualmente, varios días en semana) y, siguiendo su costumbre, se tomó el tiempo del almuerzo y las dos horas siguientes para hacer ejercicio. Mientras él estaba dedicado a endurecer glúteos, la tarde en la oficina pasaba tranquilamente. Una de esas tardes con muy poco trabajo. Mi deducción lógica: si ahora no hay trabajo, quiere decir que saldré a mi hora. La tarde prometía. Pasaban ya más de cinco minutos de la hora de salida y mi jefe seguía fuera de la oficina. Fuí a cambiarme de calzado y... cuando ya salía... me dicen que Herr Boss había vuelto y andaba buscándome.

En un arrebato de "sensibilidad",  mi jefe decide hacer salir tarde a su secretaria...
  • ...que llevaba varios días prolongando su jornada laboral,
  • ...para hacer una tontería que podría haber esperado al día siguiente, y que podría haberse hecho en horario laboral, mientras él estaba en el gimnasio,
  • ... demostrando un nulo respeto hacia el tiempo de los demás (una secretaria debe sacrificar su tiempo libre para que él pueda ir a hacer pesas).
Parecía no tener prisa en acabar con unas tonterías que no eran urgentes.  Y... bueno... yo no tengo problemas en quedarme si es por trabajo; pero... lo de salir tarde por el gimnasio de Herr Boss...
Al final no me entretuvo mucho tiempo, sólo lo suficiente como para retrasar un rato mi hora de salida.

Mi, por fin, camino a casa: como todos los días, el paseo hasta el metro, un placer y un relax. Un barrio muy bonito, en el centro, edificios antiguos... Andaba paseando. Crucé una vez, dos, tres, cuatro veces. Por el paso, siempre atenta; hay demasiados coches como para no mirar bien por dónde pasas. La quinta vez, un paso de cebra, visibilidad perfecta, todo en orden... y... cuando estaba a mitad del paso... un coche me embiste, me tira al suelo y me arrastra. Supongo que el conductor sería uno de esos que acelera antes de llegar al paso para que el peatón se eche a correr y no tener que parar. Policía, ambulancia, informe médico en el hospital público, una férula en la pierna... una pesadilla. Al día siguiente, viaje a España, con dos muletas, yeso en la pierna...

Si ese día hubiese salido a tiempo (no había ningún motivo para no hacerlo), las cosas hubiesen sido de otra manera. Tal vez me hubiese caído una maceta en la cabeza; o me hubiese salpicado un coche; o me hubiese encontrado en la calle a alguien a quien no me apetecía ver...o incluso... me hubiese atropellado otro coche en otro paso... pero eso, eso no lo sé. Sólo sé que, si ese día hubiese salido a tiempo... seguro que no hubiese tenido esa coincidencia espacio-temporal con ese coche y... no me hubiese atropellado. Llevo ya así más de cuatro meses y la fractura no va bien del todo.

Sense and sensibility: la primera reacción de mi jefe cuando le contaron todo. Dado que en mi ordenador estaba todo lo referente a un tema importante, que, sobre todo, antes de irme, dejase mi clave y un número de teléfono por si me tenían que llamar para consultar algo.

Continuará

14 comentarios:

  1. Jodo que putada! ¿Pero no vas mejor? No pienses en los "y si..." que te tienen que dar ganas de coger una escopeta y darle un poco de "sensiblidad" a tu jefe.

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  2. vaya jefe... lo peor es que parece ser requisito indispensable: ser gilipollas, asi ya tienes cargo de responsabilidad
    que sea leve...

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  3. Hola, María.

    En primer lugar, compadecerme de que tengas un jefe como ese. Como nunca lo he sido, no puedo opinar si eso lo hace por estulticia o porque considera que así se arregla la buena marcha de la empresa.

    Segundo, agradecerte la visita al blog.

    Tercero, responderte que hay alguna comunidad autónoma que sí ha reducido coches oficiales (Madrid), pero poco más. Aquí vivimos al más puro estilo soviético: el pueblo pasando hambre y sus dirigentes conllevando ostentación. Lo mismo le pasaba a Ceaucescu, que creía que su pueblo estaba muy contento de sus obras faraónicas y, en cuanto tuvo su oportunidad de expresar su opinión, pues ya ves lo que pasó...

    Por lo tanto, hay que aplicar la máxima de "solidaridad/austeridad es quitarle el coche oficial al vecino" y, en consecuencia, hay que bajar los sueldos para que el país no quiebre.

    Spain is different!!! Spain is good!!!

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  4. Espero que te mejores pronto de la pierna. Te mereces un jefe mejor que ese. En mi opinión es un egoísta.
    Saludos desde el fin del mundo!

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  5. Tom. Gracias por preguntar. Voy mejor, sólo que, de una manera más lenta de lo normal. Respecto a lo de la escopeta, no te creas que no me han dado tentaciones, aunque más que de escopeta, yo soy de navaja de Albacete; lo que pasa, es que, al final, me doy cuenta de que eso sería ponerme a la altura de mi jefe y... ¡yo tanto no bajo!

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  6. Tan sólo una cerilla: una definición tan... ¡precisa! Gracias por desearme que sea leve.

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  7. Funcionario: gracias por tu compasión. Yo tampoco podría decir si el motivo es la estulticia o dar buena marcha al trabajo; pero los resultados apuntan más a lo de la estulticia.

    ¡A ver si hay más reducciones de coches oficiales y similar!!!!

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  8. William: Leer que merezoo un jefe mejor hace que me sienta bien. ¡Gracias!

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  9. Maria, como decimos en buenos aires, al carajo con tu jefe!!! que se pudra!

    Vive la vida!

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  10. Cande:¡¡¡¡Estoy de acuerdo contigo al cien por cien!!!! Mi actitud es la de mantenerme siempre en mi lugar delante de él; argumentar mi postura con educación pero con mucha firmeza; después, echar todo afuera (como, por ejemplo, hice contándolo en el blog) y...¡allá se quede él con su castigo: estar consigo mismo 24 horas al día, 365 días al año!!!

    Besos

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  11. Debería haber un sindicato de secretarias y que se hicieran públicas las ofensas, yo llevo dos semanas que no doy crédito con lo que les están haciendo a dos amigas mías.Pero¿dónde les educan a estos seres?¿Vienen todos de familias sin amor?.
    No te digo que te cuides porque como estoy leyendo un mes más tarde, creo que ya estás mejor¿no?

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  12. Sí, estoy mejor; físicamente, no bien del todo, la fractura no acaba de cerrar, va poco a poco. Pero, psicológicamente, ¡como una reina!( tan bien que, podría, incluso, ser la única secretaria en un país lleno de jefes y ¡vivir feliz!)

    Besos a tus amigas. Y, supongo que ya saben lo que toca, con mucha educación, ser firme y no dejarse pisar. Y... lo más importante, mentalmente bien; tranquilidad... ¡Que pierda los papeles él que yo, siempre en mi sitio!

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  13. Hola Maria!!
    Jo, siento mucho lo del atropello, me alegro de que vayas mejor
    Estoy leyendo todito el blog !!
    Un beso!!

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  14. ¡Hola, Teresa!

    Si, voy mejor, lento, pero, sin parar. ¡Gracias!

    Besos y ... ¿cuándo tenemos otra tarta?

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