Llamémosle Pablo. Un espía triste lleno de inseguridades dentro de un cuerpo tipo gallina clueca. Su nómina indecentemente atractiva ha logrado formar una familia "perfecta". Llama por teléfono a todas horas a su mujer. Corren rumores de que en las pequeñas fiestas informales, el Pablo modélico esposo y padre va preguntando eso tan viejo de "¿estudias o trabajas?".
Llamémosle Isa. La niña de casa bien con la que se casó Pablo. La que nunca está cuando Pablo la llama por teléfono. Es, simplemente... Señora de.
Como la vida misma.
ResponderEliminarTal vez sea la vida misma.
ResponderEliminarDicen que la vida es un teatro y no creo que se ande muy desencaminado con ese pensamiento.
ResponderEliminarNos sorprenderíamos al saber las verdaderas causas por las que el 80% de las parejas siguen juntas.
Ahora que ..... allá cada cual y con su pan se lo coma :))))
un besito, María
Sí, nos sorprenderíamos. ¡Misterios de la vida!!!!
ResponderEliminarUn besito.
Falta anotar en esta familia modélica, que su hijo David vive anclado a la Wii....
ResponderEliminarDe visita por tu blog....espero ponerme al día pronto.
ResponderEliminarCreo que esto se llama anclarse en la rutina....¿no?.
;)
Un trocito tristemente real de tantas (hipotéticas) vidas.
ResponderEliminarUn beso.
¡Hola, Luis! ¡Bienvenido! Nooooo... Pablo e Isa no creo que dejen a sus hijos perder el tiempo; los ponen a hacer cosas tipo aprender alemán, para,que en un futuro, puedan trabajar en el negocio familiar.
ResponderEliminarGuardián, ¡gracias por la visita! Sí,anclarse en la rutina; y...¡vaya rutina!
ResponderEliminarWalden, la palabra triste encaja muy bien aquí.
ResponderEliminarUn beso
Dicen que cada pareja es un mundo.... hipocresia y el famoso que diran ata a la gente a estar con alguien al lado , y resignar su propia felicidad...
ResponderEliminarbesos Maria
Sí...hipocresía, apariencias y...¡por el interés te quiero, Andrés! (¿decís esto en Argentina????).
ResponderEliminarUn besito, Cande.