Ahí estaba yo en la sala de espera del traumatólogo, en medio de una de esas ceremonias importantes que marcan para siempre: ponerme el zapato izquierdo. Ni siquiera quité los restos de yeso que me quedaban en el pie; me puse un calcetín encima. Metí la mano en la bolsa ... ¡que bonito era mi zapato! ... Empecé a sentir cómo algo firme y a la vez flexible arropaba mi pie. Por un instante ... me sentí Cenicienta.Y... yo que andaba hacía tiempo buscando el principio de un nuevo cuento en mi vida...

lunes, 17 de mayo de 2010

A cuatro mil kilómetros.


Empecé yendo en verano, con la excusa de practicar el idioma. El primer año fuí con un curso organizado (aunque no íbamos mucho a las clases). Los dos siguientes, por mi cuenta.Vivía en pisos alquilados, de esos que te asustas cuando ves el baño y la cocina. Pero... no era caro y...  el primer día los decoraba yo misma con dos o tres botellas de lejía. Fueron años buenos: conocía gente, viajaba en trenes baratos y disfrutaba el país intensamente. Viví en las dos ciudades más importantes: en la segunda más grande, (llamémosle P) dos veranos; el tercero, en la capital (de aquí, en adelante, M). P fue el gran amor de mi vida; pero, al final, me casé con M, que... no ha sido un mal marido (todavía andamos juntos).

Una mañana del "cuarto verano" tuve un despertar raro: era temprano aquí en España, aunque allí era ya una hora bastante normal. Me ofrecían un trabajo temporal, para seis meses. Con una voz de estar más dormida que viva, dije que necesitaría unos días para trámites. En las dos semanas que me dieron, tuve tiempo de arreglar "papeles", comprar un billete y meter toda mi ropa en la maleta. De esto, hace ya como diez años.

Diez años intensos, en lo bueno y en lo malo. Y...voy a convertirlos en letras, letras que absorban lo malo como un papel secante y den fuerza a lo bueno... lo bueno que ha sido tanto... tanto que... ni en cien años de malas experiencias tendría tiempo para anularlo.

Un buen día (en mi caso ha sido hoy) abres los ojos y dices: hoy toca. Y no fue ayer, ni será mañana. A lo mejor has pasado años esperando... Y tienes claro algo: empiezo ya. Y, dirigido "a quien pueda interesarle", aquí comienza la historia de mi vida a cuatro mil kilómetros. De momento, no voy a decir en qué país vivo, ni en qué lugar trabajo. Que cada uno... me coloque en el escenario que quiera... Supongo que un día, no sé si más o menos lejano, me diré: "hoy toca" y... ese día empezaré con algo del estilo: "Vivo a unos treinta y cinco / cuarenta minutos del centro (en transporte, que, andando...) de M" (y M ya no será una letra, sino el nombre de una ciudad, que, por cierto ¡no tiene necesariamente por qué empezar por M!).

2 comentarios:

  1. Que dificil! Maria... que empieza con M, vive en la ciudad M, donde estas Maria? que tus fans no te pueden encontrar?..........

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  2. ... a cuatro mil kilómetros!!!!

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