Soy el que sabe todo de ti, el que con una palabra tuya ya sabe cómo te sientes. María, estoy nervioso, no sé qué decirte. Es que yo soy más de escuchar. Hoy es San Valentín y sabía que no iba a atreverme a hacerte un regalo. Hubiese acertado seguro, no en vano he leído todos los informes sobre ti e, incluso, puedo decir con orgullo que yo he contribuido en algunos de los mejores. Hace ya mucho tiempo que sabía que no iba a atreverme. Un regalo de San Valentín es toda una declaración de intenciones. Por eso te hice el regalo ayer, porque, la víspera deja siempre un espacio para la duda. Sí, María, era yo el que hizo las conexiones, el que preparó todo. El que dedicó horas y horas a que todo fuera perfecto. No, no era casualidad. Yo sé que tú siempre has querido que te regalasen una caja de música en la que suene "Para Elisa". Y he sido el único que te la ha regalado; aunque no de la manera que tú imaginabas que iba a ser. Yo hice las conexiones, yo preparé la música... ese era mi regalo de Víspera de San Valentín: tu caja de música. Por eso, ayer, cada vez que descolgabas el teléfono, no oías un timbre anodino, sino que "Para Elisa" sonaba sólo para ti, para María.
viernes, 17 de febrero de 2012
El espía que me amó.
Sssss, María, soy yo. El que cada día flota en tu línea de teléfono para escuchar lo que dices. Soy el que sabe todo de ti, el que conoce cada matiz de tu voz. Tan sólo necesito oír una palabra tuya para saber cómo te sientes. María, cierto es que no te dejan escoger a quién espías; pero quiero decirte que tú no eres para mí tan sólo un trabajo. A veces paso el rato sentado en el taburete de la cocina, esperando a que suene tu teléfono. Y te escucho o simplemente te oigo. Te vigilo también en mis ratos libres; te lo repito, María, tú no eres sólo mi trabajo. No me conformo con tu voz; quiero mirarte cuando hablas. María, no quiero escucharte, quiero hablar contigo. Tengo tanto que decirte, pero sé que tú nunca me escucharías; sé que no te gusta lo que hago, ni cómo lo hago. Pero no te dejan escoger. Me gustaría que tú fueses de los míos y que escuchases mi teléfono. Te diría muchas cosas de un tirón y tú no podrías contestarme.
Soy el que sabe todo de ti, el que con una palabra tuya ya sabe cómo te sientes. María, estoy nervioso, no sé qué decirte. Es que yo soy más de escuchar. Hoy es San Valentín y sabía que no iba a atreverme a hacerte un regalo. Hubiese acertado seguro, no en vano he leído todos los informes sobre ti e, incluso, puedo decir con orgullo que yo he contribuido en algunos de los mejores. Hace ya mucho tiempo que sabía que no iba a atreverme. Un regalo de San Valentín es toda una declaración de intenciones. Por eso te hice el regalo ayer, porque, la víspera deja siempre un espacio para la duda. Sí, María, era yo el que hizo las conexiones, el que preparó todo. El que dedicó horas y horas a que todo fuera perfecto. No, no era casualidad. Yo sé que tú siempre has querido que te regalasen una caja de música en la que suene "Para Elisa". Y he sido el único que te la ha regalado; aunque no de la manera que tú imaginabas que iba a ser. Yo hice las conexiones, yo preparé la música... ese era mi regalo de Víspera de San Valentín: tu caja de música. Por eso, ayer, cada vez que descolgabas el teléfono, no oías un timbre anodino, sino que "Para Elisa" sonaba sólo para ti, para María.
Soy el que sabe todo de ti, el que con una palabra tuya ya sabe cómo te sientes. María, estoy nervioso, no sé qué decirte. Es que yo soy más de escuchar. Hoy es San Valentín y sabía que no iba a atreverme a hacerte un regalo. Hubiese acertado seguro, no en vano he leído todos los informes sobre ti e, incluso, puedo decir con orgullo que yo he contribuido en algunos de los mejores. Hace ya mucho tiempo que sabía que no iba a atreverme. Un regalo de San Valentín es toda una declaración de intenciones. Por eso te hice el regalo ayer, porque, la víspera deja siempre un espacio para la duda. Sí, María, era yo el que hizo las conexiones, el que preparó todo. El que dedicó horas y horas a que todo fuera perfecto. No, no era casualidad. Yo sé que tú siempre has querido que te regalasen una caja de música en la que suene "Para Elisa". Y he sido el único que te la ha regalado; aunque no de la manera que tú imaginabas que iba a ser. Yo hice las conexiones, yo preparé la música... ese era mi regalo de Víspera de San Valentín: tu caja de música. Por eso, ayer, cada vez que descolgabas el teléfono, no oías un timbre anodino, sino que "Para Elisa" sonaba sólo para ti, para María.
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Seguro que estas feliz de tener un espia enamorado de tí, que bebe los vientos por tí, que te manda música que elige especialmente para tí. Un espia de los buenos solo para tí.
ResponderEliminarFelices sueños y feliz fin de semana.
Un beso.
Nooo, es una ficción. Hace muchos años (esa es la parte real), cuando ya escuchaban mi teléfono, un día 13 de febrero, cada vez que descolgaba el teléfono, escuchaba "Para Elisa". (Que, por cierto, lo que digo de que me gustaría que me regalasen la caja de música es también cierto!!!). A veces, cojo algo real que no me gusta y me invento una historia (como hoy). Es más divertido enfocarlo como que hay alguien que no conozco enamorado de mí que escucha mi teléfono que no tal y como es en realidad.
EliminarBesos y ¡feliz fin de semana!!!
Ay que espía tan romántico. Que digo yo, ya que te espían por lo menos que lo hagan bien y en condiciones, no de mala manera... ¡y sin interés!
ResponderEliminarHace años a mí me regalaron una cajita de música y cuando estaba triste la abría y se me pasaba todo. Es el mejor regalo sin duda.
Besitos.
¡Siempre te espían de mala manera!
EliminarVeo que tú me comprendes. Pero mucha gente se cree que es un regalo cursi. ¡A mí me gusta!
Besitos
Ficción o no, me ha dado un escalofrío al leerlo...
ResponderEliminarQué mal eso de que le gustes a un espía (que te espía a tí), estás en total desventa.-ja...Y ni podrías decir mentirijillas, te pillaría en todas!! ;-)
Un beso!
Me gusta tu galleta-avatar.
EliminarNo sé yo... me parece que tanto espiar a otros, algunos seguro que no se enteran de lo que pasa en sus casas ;)
Besos
Como en esa película!!! La viste??? La vida de los otros, creo que se llamaba. El espía que espía y se mete en la vida de los espiados...
ResponderEliminarMenos mal que es una ficción!!
Besos!!
No vi la película. Pero, supongo que es fácil que esto suceda, que uno se involucre en la vida de aquel a quien espía.
EliminarBesos!!
Qué mal rollo, si hay algo peor a que te espíen es que encima lo haga un tío que está tan p'allá. Escalofríos.
ResponderEliminarSupongo que vigilar las vidas de los demás no es lo más saludable mentalmente. Creo que no debe de ser difícil acabar, como tú dices, "tan p'allá".
EliminarTienes que ver "La vida de los otros"...es buena pero durilla por lo real.
ResponderEliminarA mi me daría yu-yu.
Me han recomendado ver esa película alguna que otra vez. Creo que, al final, acabaré haciéndolo. De todos modos, leído el argumento, no creo que me resulte especialmente dura. Al fin y al cabo... como me decía alguien, al verme llorar a moco tendido, "no llores, es sólo una película".
EliminarNo creo que te diese yu -yu. Tú eres una chica valiente ;)
UN ESPÍA PARA GUARDARLO EN LA MESITA DE LUZ, TODO UN PRÍNCIPE. VAYA MARÍA QUE ROMÁNTICO ENAMORADO HAS ENCONTRADO.
ResponderEliminarFELICITACIONES.
MARIAROSA
Me encantaría que alguien me regalase una cajita de música en la que sonase "Para Elisa"; pero no en esas circunstancias. Aunque esto, tal y como lo cuento, es una ficción; tiene una base real importante, bastantes cosas son ciertas; entre éstas, el que una lejana víspera de San Valentín, cada vez que descolgaba el teléfono, sonaba "Para Elisa".
Eliminar¡Ah! El de la historia no es mi tipo de espía. Yo prefiero alguien más...¡James Bond! ;)
Besos
Un espía enamorado y un asímpatica historia.
ResponderEliminarSaluditos.
mariarosa
¡Espía obsesionado!
EliminarMuy buena la historia. Si te espían y acaban enamorándose de ti es buena señal. Si encima te regalan la caja de música, fantástico, aunque sea un día antes de San Valentín.
ResponderEliminarTienes una habilidad estupenda para las "transformaciones".
La peli que comenta peregrino es buenísima.
Un abrazo.
¡Gracias! Sí, me vigilan. Pero, a decir verdad, dudo mucho de la capacidad de amar que tienen las personas que lo hacen. ¡Ah! Todavía sigo esperando mi caja de música; aquel sucedáneo no me sirvió.
EliminarDefinitivamente, tengo que ver la peli. Sobre todo después de haber leído tu último post ;)
Un abrazo
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchos abrazos de fin de semana.
EliminarFeliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn beso.
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn beso.
Este post es una medio-ficción. Hace años, la víspera de San Valentín, cada vez que levantaba el auricular del teléfono o que me conectaba a internet, sonaba "Para Elisa". Conozco bien a muchos de los que escuchan mi teléfono y, por eso, creo que tengo una "ligera" idea de quién pudo hacerlo.
ResponderEliminarAlguna frase de la historia no es mía: se la he escuchado decir algún "oyente" mío. El resto... tratar de meterse en la piel de la otra persona, del que está al otro lado, hablar con palabras que podrían ser suyas y, lo más importante ...¡"escuchar" cómo piensa!
Respecto a si realmente hubo un "espía que me amó"... lo siento, no puedo responder a esta pregunta. Ya que, sea cual sea la respuesta, ¡estaré revelando información sensible!!! ;)