Ahí estaba yo en la sala de espera del traumatólogo, en medio de una de esas ceremonias importantes que marcan para siempre: ponerme el zapato izquierdo. Ni siquiera quité los restos de yeso que me quedaban en el pie; me puse un calcetín encima. Metí la mano en la bolsa ... ¡que bonito era mi zapato! ... Empecé a sentir cómo algo firme y a la vez flexible arropaba mi pie. Por un instante ... me sentí Cenicienta.Y... yo que andaba hacía tiempo buscando el principio de un nuevo cuento en mi vida...

viernes, 22 de octubre de 2010

Cerca.




Insomnio. Todo oscuro y tranquilo. Los vecinos duermen. Un momento para cerrar los ojos y escucharme. Oigo unos pasos que se acercan. Contundentes; sin parar. Son unos zapatos con un tacón imposible. Cuando lleguen, me los pondré, son de mi número. Están aún un poco lejos; me levanto y voy al encuentro; no voy a esperar sentada.




No sé... tal vez a mí esto del atropello me ha descolocado algo en mi manera de pensar; creo que tal vez, cuando el coche me arrastró se me desencajó alguna pequeña pieza de la lógica ... es que... empiezo a creer que razono raro. El traumatólogo me ha dicho que iba bien, que me había librado de la cirugía y bla bla bla... Y yo... supongo que mis primeros pensamientos deberían haber sido de alegría por librarme de la operación y los malísimos meses de postoperatorio; o quizá haber sentido como mis esfuerzos (aguantando una medicación tan fuerte y ejecutando con precisión suiza cada una de las indicaciones del médico) han dado resultado; o tal vez pensar que en lo que todavía queda para acabar de curar... 

Pero no. ¡Lo primero que me ha pasado por la cabeza ha sido una imagen mía subida en unos tacones imposibles! Supongo que se me habrá puesto una sonrisa boba de felicidad. 

30 comentarios:

  1. Eso va a ser tu subconsciente. Hazle caso y cómpratelos.

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  2. Está claro, ese sueño recurrente te ayuda a seguir, nada mejor que tener una meta, y lo conseguirás y entonces cambiarás el título del blog:Por fin....desde las alturas.

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  3. ¡Gracias Doctora Anchoa! Necesitaba que alguien me "aconsejase" justo lo que yo quería: comprarme unos zapatos nuevos, con tacón, llamativos... ¡Que estoy ya de deportivas urbanas hasta el gorro!!!!!!!!

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  4. Pseudosocióloga,

    No está nada mal lo de ir cambiando la segunda parte del título, a medida que voy logrando metas. ¡Espero cambiarlo muchas veces!!!!

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  5. Unos zapatos de taconazo quedan muy bien y además, oye, visten un montón ahora que viene el frío (aquí por lo menos) ;)

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  6. ¡Fuerza, Mary! Estás cerca, claro que sí. Ya quiero verte en esos preciosos zapatos rojos.
    Tu sonrisa boba de felicidad contagió a la mia haciéndola más boba. Mira :D A esa es a la que llamo "Sonrisa friki", y surge de razonar raro, yo, tú, él, nosotros y ellos también.
    Una vez me diste la bienvenida a la "Gran Hermandad de Lesionados en la Pierna Izquierda", ahora yo te doy la bienvenida al "Club de Personas que Razonan Raro".
    Muchos besos de esperanza e ilusión.
    PD: Hace un rato volví a caer por las escaleras, y el susto fue más grande que el anterior porque bajé como ocho escalones de un tirón mientras observaba mis pantuflas caer directo hacia el comedor. Por un momento me sentí afortunada de no ser pantufla (razonamiento raro). Me limé el codo dejando un regadero de sangre :S Pero nuevamente caí de culo, jajajaja. ¡Gracias, genética!

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  7. Cuando te los compres, te los pones y nos muestras el resultado. Por fa, por fa....
    Seguro que te quedan para aplaudir a rabiar. ;DD

    Besos

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  8. Chica de la Farmacia,

    Gracias por tus ánimos. Menos mal que esto de razonar raro tú ya lo tienes organizado. ¡El trabajo que me ahorras! Es un honor para mí que me des la bienvenida al "Club de los que razonan raro".

    ¡Has vuelto a caerte! Esa escalera te tiene manía. Está bien que te lo hayas tomado con humor; así los golpes duelen menos. Sí, menos mal que no eres pantufla, que en tu escalera es cosa peligrosa. Sí, el culo resulta útil como airbag. De todos modos ¿te hiciste daño?

    Muchos besos

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  9. Guardián del Faro,

    ¡Vale! Cuando me los compre, me haré una foto; pero... no serán éstos, que son de los que cuestan una cantidad indecente, sino otros más baratos. Aunque... ya de paso... no sólo pongo entre mis metas curarme del todo, sino... ¡que me toque la lotería!!!! Puesta a pedir...nada de ser modesta.

    Besos

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  10. Si tu subconsciente los desea como para soñar con ellos es que tú los necesitas para sentirte a gusto contigo, ¡¡de modo que a por ellos...!!

    Besitos.

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  11. Campoazul,

    Es curioso lo de los tacones cuando tienes una fractura en el pie. Me decía el fisio que todas le preguntamos que cuándo podremos llevar tacones. Yo creo que él lo veía un poco frívolo. Pero es que, en estos casos, el tacón es como un símbolo: en el momento en el que te lo pones estás ya completamente curada. Por eso estoy deseando. ¡Creo que mis próximos tacones serán un momento muy especial para mí!

    Besos

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  12. Hola, María!!

    ¿Te digo una cosa? estoy mayor, además de serlo, claro. Y lo sé porque cuando veo esos tacones que tú (y yo también) llamas imposibles, no puedo más que pensar en lo que le deben de doler los pies a su dueña. Aunque no me he atrevido a publicarlas tengo unas cuantas fotos de pies dentro de esos zapatos vertiginosos que tanto morbo le dan a los hombres y por los que hay mujeres que se someten a un sacrificio que yo considero inhumano.

    un besito y feliz domingo

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  13. Frabisa,

    Supongo que deben de ser, cuanto menos, difíciles de llevar. Pero, cuando tienes una fractura, sueñas con poder ponértelos (y, pueta a soñar, sueño con unos de esos imposibles, geniales y carísimos); supongo que es simplemente, un símbolo de que ya estás curada. De todos modos, cuando me ponga tacones, serán los normales, los de siempre; ¡que no tengo ganas de hacerme alguna barbaridad por culpa de los zapatos!!!!!

    Besos

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  14. Si quieres comprarte los zapatos con los tacos más altos, pues a comprarlo! Los gustos hay que dárselos en vida, dijo el muerto. Eso si, no te harán nada bien a tu espalda.

    Beso!

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  15. Peregrino,

    Quiero volver a experimentar caminar con zapatos de tacón (no tan exagerados como los de la fotografía, supongo). Y quiero hacerlo por todo lo que ello significa: estar completamente bien. Los tacones son, nada más y nada menos, el final del proceso.

    ¡Besos!

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  16. Un relato muy imaginativo y maravillosamente escrito.
    Un saludo.

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  17. Pues yo creo que te toca comprarte unos zapatos como los que estaban dentro de tu subcosciente.
    Son señales, eso opino yo siempre.
    Todo se piesnsa por algo, asi que a por esos taconazos.... es la primera vez q me paso por tu blog, y me quedo....

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  18. ¡Hola, Silvia! Gracias por quedarte.

    ¡Buen consejo! (Justo lo que quería oir).

    Un abrazo

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  19. Soy nueva por aquí y estoy un poco perdida, no sé de qué accidente hablas, pero desde luego si tu subconsciente te pide unos simples zapatos, hazce caso y píntate de nuevo esa sonrisa boba en la cara al llevarlos :)

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  20. de nada corazon y gracias a ti por pasarte por mi blog

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  21. Neko,

    ¿El atropello? Hace unos meses me atropelló un coche. De repente me encontraba de baja médica, en medio de una situación complicada... una de las cosas que hice para evitar agobiarme fue empezar este blog.

    El atropello me causó varios daños, de los cuales me voy recuperando. Uno de ellos fue una fractura que me hizo llevar muletas durante meses; todavía no estoy recuperada del todo y, el calzado más sofisticado que llevo son unas deportivas urbanas. Por eso sueño con los tacones, no por los zapatos en sí, sino porque, el día que me los ponga estaré bien del todo. De momento, me los pongo por las noches...¡en sueños!;)

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  22. Silvia,

    Me ha encantado pasarme por tu blog y poder estar ahí desde el principio :)

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  23. Me alegro de que la cosa vaya bien. Yo ni lo dudaba, me compraba los zapatos.
    Un besiño

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  24. Desde esos tacones verás la vida de otra manera. No lo dudes, cómpralos!
    :)

    Saludos.

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  25. ¡Desde luego, Landahlauts!

    Saludos

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  26. Hola, María!!

    He vuelto por aquí y me he enterado de que no me había enterado!!
    Sabrás disculpar!

    Obvio, es normal que sueñes con ese par de tacones como sinónimo de "normalidad". Claro, María, todo llega, a veces el camino es más largo y penoso, pero falta poco, ya verás, te aseguro que yo sé mucho de estas cosas (y no me jacto de ello, uffffff, cómo para jactarme)

    un besito y ánimo

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  27. Gracias, Frabisa, por los ánimos. Veo que detrás de tu "yaveráscomosepasa" hay toda una historia personal. Sea cual sea tu "fractura" particular, te aseguro que tus "tacones" también se van acercando.

    Muchos besos

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