Ahí estaba yo en la sala de espera del traumatólogo, en medio de una de esas ceremonias importantes que marcan para siempre: ponerme el zapato izquierdo. Ni siquiera quité los restos de yeso que me quedaban en el pie; me puse un calcetín encima. Metí la mano en la bolsa ... ¡que bonito era mi zapato! ... Empecé a sentir cómo algo firme y a la vez flexible arropaba mi pie. Por un instante ... me sentí Cenicienta.Y... yo que andaba hacía tiempo buscando el principio de un nuevo cuento en mi vida...

domingo, 3 de abril de 2011

Mi historia, mi casa.




Stanislav Yulianovich Zhukovsky, Mayo alegre.

Dentro de media hora sonará el despertador. Pero yo ya estoy despierta, de hecho no he dormido nada esta noche. He estado haciendo el equipaje. Mañana se acaban los días de vacaciones que me quedaban del año pasado y dentro de unas horas, toca volar. ¡¿Quién sabe?! Tal vez nos encontremos en el avión. En una maleta, la ropa, unos zapatos nuevos (son mis primeros zapatos normales en mucho tiempo, aunque todavía no tienen tacón)... y en la otra... algún libro, unas aceitunas negras sin hueso, un par de revistas, un bote de mermelada de mi madre, un paquete enorme de uno de esos tés raros...

Unas horas de autobús, avión, taxi o tren desde el aeropuerto. Y llegaré a mi casa. Supongo que, en mi ausencia habrán entrado, habrán tocado mis cosas. Tal vez hayan, incluso, estropeado algo)... No lo sé. Pero, de algo estoy segura: de que, hayan entrado, salido, tocado, roto...  Yo... abriré mi maleta, sacaré uno de mis libros, pondré mi música, meteré mi lata de aceitunas en mi armario, me prepararé una taza de mi té raro y pondré un poco de mi mermelada en un cuenco pequeño y me sentiré en casa porque... hagan lo que hagan los especiales, ese piso es mi hogar.


Por si acabas de incorporarte a la historia:



11 comentarios:

  1. Di que sí, pero ellos ¿no quieren que te vayas, no?¿Solo quieren informaçao, no?

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  2. Pues que tengas un buen viaje y una buena vuelta a TU casa.

    ¡Un beso!

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  3. ¡Ah!bonita elección de la pintura, "as usual".

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  4. Pseudosocióloga,

    Creo que, a veces, ni ellos mismos saben lo que quieren. Es la única explicación que encuentro a semejante cadena de despropósitos. Afortunadamente... ¡yo sí sé lo que quiero!

    Me alegro de que te guste el cuadro.

    Besos

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  5. María: No se si es real o ficción lo que cuentas.
    Si es ficción tienes buena imaginación.
    Si es real, madre mía, vivir con esa presión, debe ser terrible.

    Espero que sea una historia inventada.
    ¿Es imposible que cambies de trabajo?.

    Un abrazo

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  6. Usted volvió!! Al fin!! Pensé que la habían secuestrado esos tipos nefastos...

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  7. Pues sí. Y no hay ningún sitio como el hogar, como decía aquel. Con o sin especiales.

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  8. ¡¿Secuestrarme?! No creo que tuviesen ganas de soportarme 24 horas al día ;)

    ¡Un beso, Peregrino!

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  9. Doctora Anchoa,

    ¡Hogar, dulce hogar!

    Besos

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  10. Chus,

    te contesté un par de líneas y, ahora, veo que no está el comentario. Mi internet va fatal y se corta y... supongo que se cortó a mitad de envío o ¡yo que sé! Pero tiene fácil remedio: vuelvo a escribir.

    En el caso de que sea real, no sería muy buena idea decirlo abiertamente. Sólo te diré que tengo una increíble capacidad de resistencia ante condiciones extremas de presión.

    Besos

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